La simple acción de besar puede desencadenar un verdadero drama: caer a la cama por un mes sin saber qué ocurre y por qué se produce este permanente estado febril. Poco se conoce de la llamada mononucleosis infecciosa o ‘enfermedad del beso’, llamada así porque su principal vía de transmisión es la saliva.
“Esta enfermedad es una infección viral, con alta incidencia en adolescentes y adultos jóvenes. Sus síntomas más frecuentes son la falta de apetito, dolor constante de cabeza y fatiga insoportable” afirma Patricia Calvache, odontóloga y directora de la clínica Dentimagen (www.dentimagen.cl ), en Chile.
La patología, que se desencadena en forma progresiva, viene acompañada de inflamación en los ganglios de todo el cuerpo, siendo los más notorios los del cuello. “El virus tiene un periodo de incubación que se extiende entre los 30 y 50 días, durante ese tiempo el paciente presenta fatiga; cansancio excesivo, que no le permite desarrollar sus actividades en forma normal e inflamación de las amígdalas, simulando una amigdalitis purulenta” cuenta la especialista.
En cuanto al tratamiento, la odontóloga asegura que “en la mayoría de los casos, la patología no necesita más que reposo casi absoluto y la ingesta de mucho líquido. El virus se elimina espontáneamente; y en un 95% de los pacientes los síntomas desaparecen generalmente al cabo de 5 semanas, aunque pueden llegar a pasar 18 meses, después de la infección”.
¿Cómo prevenir? La doctora de la Clínica Dentimagen asegura que mantener una pareja estable; no beber del mismo vaso o botella de otra persona, además de evitar compartir alimentos con terceros, podría disminuir las probabilidades de adquirir la enfermedad.
“Esta enfermedad es una infección viral, con alta incidencia en adolescentes y adultos jóvenes. Sus síntomas más frecuentes son la falta de apetito, dolor constante de cabeza y fatiga insoportable” afirma Patricia Calvache, odontóloga y directora de la clínica Dentimagen (www.dentimagen.cl ), en Chile.
La patología, que se desencadena en forma progresiva, viene acompañada de inflamación en los ganglios de todo el cuerpo, siendo los más notorios los del cuello. “El virus tiene un periodo de incubación que se extiende entre los 30 y 50 días, durante ese tiempo el paciente presenta fatiga; cansancio excesivo, que no le permite desarrollar sus actividades en forma normal e inflamación de las amígdalas, simulando una amigdalitis purulenta” cuenta la especialista.
En cuanto al tratamiento, la odontóloga asegura que “en la mayoría de los casos, la patología no necesita más que reposo casi absoluto y la ingesta de mucho líquido. El virus se elimina espontáneamente; y en un 95% de los pacientes los síntomas desaparecen generalmente al cabo de 5 semanas, aunque pueden llegar a pasar 18 meses, después de la infección”.
¿Cómo prevenir? La doctora de la Clínica Dentimagen asegura que mantener una pareja estable; no beber del mismo vaso o botella de otra persona, además de evitar compartir alimentos con terceros, podría disminuir las probabilidades de adquirir la enfermedad.